Lunes 15 de diciembre de 2025

El Gobierno esconde la reforma laboral mientras sobreactúa guiños a la CGT

La Casa Rosada postergó la difusión del texto definitivo y mantiene negociaciones informales con la CGT mientras espera la firma de Milei; el Ejecutivo asegura que no tocará los aportes sindicales, pero la opacidad alimenta desconfianza y prepara un escenario de negociación tensa antes del envío al Congreso.

Miércoles 10 de diciembre de 2025

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El Gobierno volvió a patear la publicación del proyecto de reforma laboral que había prometido difundir a comienzos de la semana y alimentó aún más la incertidumbre política. Pese a que el vocero Manuel Adorni aseguró el martes que el texto estaría disponible “a última hora”, la Casa Rosada no presentó nada y solo se limitó a repetir que el documento “ya está terminado”.

La demora no es casual: mientras el Ejecutivo ajusta detalles a puertas cerradas, mantiene conversaciones informales con la CGT para evitar un conflicto abierto antes de tiempo. En ese marco, Adorni salió a justificar la ausencia del jefe de la UOCRA, Gerardo Martínez, en la última reunión del Consejo de Mayo, atribuyéndolo a un vuelo retrasado y negando tensiones internas. El mensaje buscó calmar a la central sindical, que igual dejó en claro su malestar al no enviar reemplazantes.

Como señal de buena voluntad, el Gobierno también confirmó que no modificará los aportes obligatorios a las obras sociales y cajas sindicales, uno de los puntos más sensibles para la CGT. Sin embargo, aclaró que el proyecto podría sufrir modificaciones en el debate legislativo, ratificando que el texto está lejos de ser definitivo.

Según trascendió, la oficina de Santiago Caputo mantiene contactos informales con distintos gremios mientras la Casa Rosada espera la firma final de Javier Milei, quien tiene el borrador consigo durante su viaje. El Ejecutivo pretende evitar un desgaste prematuro antes de la reunión que la CGT realizará este jueves, donde definirá su estrategia.

La falta de un documento público ya despertó suspicacias dentro del sindicalismo y de la oposición. Algunos interpretan que el Gobierno no termina de cerrar el contenido o teme el costo político; otros creen que Milei simplemente intenta manejar los tiempos para no llegar debilitado al Congreso.

Con la firma presidencial pendiente, la CGT discutiendo su respuesta y el texto todavía guardado bajo llave, la reforma laboral permanece en un limbo que el propio Gobierno alimenta. Mientras tanto, sigue insistiendo en que será una de las piezas centrales de las sesiones extraordinarias, aunque sin ofrecer el insumo mínimo para iniciar un debate serio.